Los dolores musculares son uno de los problemas más comunes en la sociedad actual. Prácticamente la totalidad de la población adulta ha sufrido en algún momento dolor muscular provocado por una sobrecarga, un mal gesto, una caída, o por todo lo contrario, por llevar un estilo de vida sedentario y carente de movimiento. Puede que los puntos gatillo sean unos de los causantes más desconocidos de dolor muscular, ya que no solo provocan un dolor intenso en el punto en el que se localizan, sino que además suelen generar un dolor en otra parte totalmente alejada de él.
¿Qué son los puntos gatillo?
Se conoce como Síndrome de Dolor y Disfunción Miofascial al conjunto de síntomas provocado por uno o varios puntos gatillo. Técnicamente, un punto gatillo es una zona hiperirritable en un músculo, asociada a un nódulo palpable hipersensible, localizado dentro de una banda tensa. Dicho de forma más simple, un punto gatillo es el lugar más doloroso de un punto sensible en el músculo. Son dolorosos a la palpación o presión y, además, pueden provocar un dolor referido que sigue un patrón determinado según donde esté localizado el punto gatillo.
Hay dos tipos de punto gatillo:
– Activos: Son aquellos que provocan un dolor referido, es decir, provocan un dolor espontáneo que no necesariamente se localiza en el músculo afectado por el punto gatillo.
– Latentes: Son aquellos que generan un dolor local al ser presionados, pero no producen irradiación de dolor a otros músculos.
- Dolor muscular intenso, ya sea local o referido.
- Rigidez y acortamiento muscular.
- El músculo está en continua contracción pese a estar en reposo.
- Dolor de cabeza y/o mareos.
- Al ser presionado, el punto produce una especie de espasmo o contracción rápida del músculo.
- La tensión muscular impide la completa amplitud articular provocando fatiga muscular.
- Sobrecarga aguda o crónica: repetición constante de movimientos monótonos, carga de peso, malas posturas o inactividad continuada.
- Traumatismos producidos por un golpe o una caída.
- Enfriamiento del músculo.
- Estrés emocional.
Prevención y tratamientos
La mejor forma de prevenir la aparición de puntos gatillo es llevando un estilo de vida activo, manteniendo en la medida de lo posible una buena postura corporal y haciendo una gestión correcta del nivel de estrés.
En cuanto al tratamiento, el masaje muscular se presenta como la opción principal y más efectiva. Se debe masajear el punto de mayor dolor con una intensidad variable y mantenida, que permita controlar el nivel de dolor alcanzado. El masaje se puede acompañar con el uso de un gel o crema con principios activos que penetren en la piel provocando una disminución eficaz del dolor. Eso sí, en casos de dolor realmente intenso, siempre será mejor ponerse en manos de un especialista para que nos recomiende el tratamiento que mejor se adapte a nuestro caso.